8 Ahau


Las cosas que sucedieron en la profecía “8 Ahau” narran la decadencia de Mayapán. Este katún describe terribles presagios.

Dice la historia que cuando los mayas emigraron a las tierras que habitaban los Tenochcas, marcaron una nueva época que llamaron de “los constructores”.


Aprendieron a escribir y conocieron el arte de construir templos; también aprendieron a leer las estrellas y a elaborar su calendario, pero los tiempos de auge y bienestar quedaron atrás a causa de las sequías, la falta de alimentos y las enfermedades que asolaron a muchas tribus, así que tuvieron que emigrar nuevamente a su lugar de origen en el sureste.

Entre estos grupos estaban los toltecas que junto con los mayas, reconstruyeron y ampliaron varias ciudades, entre ellas Chichen Itzá.

Un hombre – dios acompañó en esta travesía a estos grupos, su nombre era Quetzalcóatl y con él, la sabiduría penetró nuevamente en esas ciudades. Quetzalcóatl fue llamado por los mayas con el nombre de Kukulcán. Bajo su mando se construyó la ciudad de Mayapán, lugar donde se emitían las leyes que mantenían el orden y la prosperidad del reino.

Un día Kukulcán dijo a su pueblo que tenían que abandonar la región para regresar a su lugar de origen. A pesar de muchas súplicas, se embarcó en el puerto de Champotón con la promesa de regresar algún día.

Después de haber partido, vinieron la discordia y los enfrentamientos por el poder. Estas guerras trajeron nuevamente la inestabilidad, las aldeas y ciudades fueron saqueadas, la sangre corrió por toda la selva, la unidad se perdió y el fuego acabó con la historia escrita en los libros.

Por si fuera poco el caos existente, vino un devastador viento que causó tal pavor en la población, que todos los sobrevivientes huyeron y dejaron los templos abandonados.

Todo se perdió y la desaparición de Mayapán quedó registrada como la profecía 8 Ahau.

Con la llegada de los españoles, volvió a la memoria esta profecía asociada nuevamente a la discordia y desunión.

“Ya esta tierra no será más el lugar del faisán y el venado. Todo cambiará y en ello desaparecerá la gran civilización maya”, auguraron los viejos sacerdotes.



Fuentes:
Nélida Galván Macías – Mitología de América para niños.

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