Coyolxauhqui y Huitzilopochtli

En el cerro de Coatépec vivía la diosa Coatlicue; ella barría a diario el monte. Un día, mientras estaba barriendo, bajó del cielo una pelotita de plumas, parecida a un nidito de ave. A Coatlicue le pareció muy bonita y la guardó en su cintura, bajo su vestido, para mostrarla después a sus hijos, pero cuando terminó de barrer ya no la encontró.